El truco es:
1) Por cada 25 grs de azúcar hay que agregar una cucharada de agua fría
2) Para que el caramelo quede más líquido y se pueda extender mejor, añadiremos un chorrito de limón al agua.
3) Utilizaremos un cazo o una sartén antiadherente y llevaremos la mezcla de azúcar agua y limón a ebullición, hasta que quede con una tonalidad oscura.
4) Cuando el caramelo esté oscuro, removeremos suavemente y lo esparciremos donde el azúcar no se haya mezclado todavía.
5) Cuando el caramelo adquiera una buena tonalidad (nunca de color negro), lo quitaremos del fuego y lo utilizaremos rápidamente antes de que se endurezca.
6) Si, por el contrario, se nos ha endurecido, el truco será añadir una cucharada de agua y volver a llevar a ebullición a fuego suave.
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